Están pensados principalmente para niños, pero creo que ninguno de nosotros se podría resistir a darles un buen mordisco, solo por el placer de probarlos. Es más, creo que a mí hasta me daría lástima comérmelos, porque son pequeñas obras de arte.
Encontrarás aquí de todo un poco, desde aquellos emparedados sencillos y fáciles de hacer, hasta otros más elaborados. Solo es cuestión de tomar ideas y echar a volar la imaginación con los materiales que tenemos a mano. Con tanta variedad no hay excusa para no intentarlo, ¿no te parece? A ver si te animas y le preparas alguno de ellos a tus niños. Seguro le alegrarás el día. O incluso tus emparedados pueden convertirse en la sensación de la próxima fiesta infantil.
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